Abro la nevera de mi tristeza
saco una botella de vino
y la bebo toda,
brindo por mis amigos
exiliados, a través de túneles,
sin patria, tabaco,
ni pasaportes.
saco una botella de vino
y la bebo toda,
brindo por mis amigos
exiliados, a través de túneles,
sin patria, tabaco,
ni pasaportes.
Brindo por ellos
copa tras copa
o cadáver tras otro
copa tras copa
o cadáver tras otro
y cuando me caigo de la embriaguez
en la acera,
me llevarán – en sus tumbas –
hasta la casa.
me llevarán – en sus tumbas –
hasta la casa.
Adnan Al-Sayegh
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